El encanto de una estación histórica

Despertarnos con vistas a las majestuosas montañas fue un regalo inesperado. La atención del personal y los cócteles en la biblioteca hicieron nuestra estancia aún más agradable.

La organización del restaurante dejó que desear, ya que hubo confusión con nuestras reservas. A pesar de la calidad de la comida, el servicio no fue el más ágil.

El hotel es magnífico con un toque histórico, ideal para esquiar. Desayuno buffet diario delicioso, y el personal fue muy profesional y amable. La ubicación entre montañas es impresionante.

Eso de los inodoros que se limpian solos a medianoche, ¡no sé si me sentía en el futuro o en una película de terror!.

La habitación del Canfranc Estacion tenía aire acondicionado, un minibar muy útil y una cafetera que servía café delicioso. El desayuno bufé fue un verdadero festín, con una maravillosa variedad de alimentos tanto dulces como salados. Además, el servicio en el comedor fue excelente y muy atento.

Espectacular, espectacular, espectacular.

La restauración del edificio es sencillamente asombrosa, manteniendo toda su esencia. Me enamoré de la increíble ducha a ras de suelo con alcachofa de lluvia, ¡un auténtico lujo! La comida en el restaurante fue todo un festín, especialmente esa cena en el espacio reservado de los vagones del tren, que se siente como un viaje en el tiempo.

Lo recomiendo encarecidamente ❤️❤️

Este lugar me queda perfecto, excelente wi-fi, bar acogedor y 24 horas de recepción. En mi primera estancia, el personal me dio consejos de viaje muy útiles. Sin duda, volveré por un viaje de negocios.

un capricho lujoso con detalles que resaltan

La remodelación del edificio muestra una atención al detalle que realmente destaca. La vista a las montañas desde la habitación era impresionante y realmente elevó nuestra experiencia.

La habitación era algo oscura y la iluminación podría mejorarse.

El hotel tiene una decoración impresionante y la experiencia gastronómica en los vagones de tren es única. La calidad de la comida en el restaurante internacional necesita mejorar, ya que no siempre cumple con lo esperado.

El hotel es impresionante, con un encanto único. La suite dúplex que elegimos era espaciosa y lujosa, con baños de ensueño que incluían inodoros japoneses con calefacción. Disfrutamos mucho de la cóctel en la Biblioteca, ¡el mejor que he probado! Además, la cena en el restaurante fue deliciosa, especialmente el steak tártar. Aunque la habitación era un poco oscura, la comodidad de la cama hizo que nuestra estancia fuera memorable.

La ubicación es espectacular, pero el wi-fi podía ser más rápido.

La habitación estaba tan bien equipada que me sentía como un explorador de lujo, aire acondicionado, minibar y una cafetera que prometía café como el que hacen en París. Además, el desayuno bufé era como un festín matutino con croissants recién horneados y una variedad de zumos orgánicos que me hicieron sentir como en un spa de la comida.

Habitación algo oscura

La decoración de este hotel es simplemente impresionante, con un estilo Art Deco que resalta la temática ferroviaria. La suite junior era cómoda y amplia, perfecta para relajarnos. El desayuno a la carta fue exquisito, aunque el buffet podría mejorar en variedad. A la hora de la cena, sentimos que el servicio fue un poco lento, tuvimos que esperar demasiado entre platos. Además, noté que el personal necesita más formación, ya que su desempeño no fue del todo efectivo. También, el Spa es demasiado pequeño y no cumple con las expectativas por el costo adicional. La ubicación del hotel, en una antigua estación, es espectacular, rodeada de montañas, y la habitación tenía vistas increíbles. Sin embargo, el entorno inmediato dejaba un poco que desear en comparación con la belleza del hotel. A pesar de estos inconvenientes, la experiencia en el bar fue memorable, disfrutamos de buenos cócteles. La atención al detalle en la remodelación del edificio es digna de mención, pero el servicio necesita una mejora significativa.

La adaptación del hotel al edificio histórico de

la estación fue impresionante. Nos encantó el ambiente y el personal siempre amable, aunque la calidad de la comida en el restaurante dejó un poco que desear. Es un lugar extraordinario que conecta con la historia.

recomendaría este lugar for una breve parada

magnífica ubicación, excelente comodidad, el desayuno buffet fue un festín matutino con croissants recién horneados y zumos orgánicos, todo ello mientras disfrutábamos de instalaciones como el gimnasio y la piscina cubierta que hicieron nuestra estancia aún más agradable.

No hay nada que no me haya gustado